No es que la idea de construir un hombre perfecto sea nueva (a fin de cuentas, Dios también trató de hacerlo, con bastante desatino, por cierto) y aunque sabemos que también lo intentaron civilizaciones tan perfeccionadas como los egipcios, ningún otro intento ha sido llevado tantas veces a la pantalla como el de "Frankenstein o el nuevo Prometeo".
De Prometeo sabemos que era un dios, el cual robó el fuego para dárselo a los humanos y en castigo Zeus le ató a una roca para que un águila le comiese el hígado poco a poco. Sin embargo, su hígado se regeneraba noche tras noche y al final fue liberado por Hércules y desde entonces la humanidad le adora como el dios del fuego.
Pues ese Prometeo fue plasmado varias veces en la literatura, aunque la obra más famosa fue "Prometeo libertado", de un tal Shelley, amigo íntimo de Lord Byron. Los aficionados a leer novelas ya estarán sacando sus conclusiones a raíz de estos nombres y enlazarán a la autora Mary Shelley con estos dos señores, con bastante razón, ya que el primero era su marido y el segundo su amigo.
MARY SHELLEY
El verdadero nombre de Mary Shelley era Mary Wollstonecraft Godwin y había nacido el 30 de Agosto de 1797 en Ginebra, saltando a la fama en 1819 con su novela "Frankenstein o el moderno Prometeo", después de intentar durante tres años que alguien se la publicara.
Casada a los 16 años con Percy Bysshe Shelley (por eso algunas veces la nombran como Mary Bysshe) y amiga de Lord Byron, escribió su novela como respuesta a una apuesta con su hermanastra Claire, durante unas vacaciones en la villa Diodati, en Ginebra. Se dice que su marido era un mujeriego de gran éxito, e incluso que había enamorado a la hermana de Mary y esperaba un hijo de ella. Esto y el hecho de que perdiera prematuramente a su primer hijo, la llevó a separarse de él y dedicarse por entero a la literatura y a perfeccionar su don natural para los idiomas. Además de "Frankenstein", publicó "Mathilda", "The last men", "Lodore", algunas biografías de personajes tan célebres como Maquiavelo y hasta sus propias memorias, antes de morir el 1 de febrero de 1851 sin que pudiera saborear el triunfo con sus novelas.
Ciertamente la vida de Mary Shelley no fue nada alegre y sus desgracias empezaron al poco de nacer, ya que su madre (una recalcitrante feminista), murió enseguida y la joven Mary para compensar ésta pérdida se iba a la tumba a contarla cuentos y desventuras. Su padre, por otra parte, era también una persona inquieta que luchaba por abolir el matrimonio, aunque no aceptaba que ninguna mujer (especialmente si era su hija), se pudiera enamorar de un hombre casado. Estos hechos, unidos a la infidelidad de su marido, el cual por cierto se ahogó, la muerte de su hija, la de su amigo Lord Byron y el suicidio de otro amigo llamado Lodori, quizá fueron los motivos por los cuales su obra "Frankenstein" estaba cargada del deseo de volver a la vida a los seres muertos.
El cine pronto vio en esta novela un argumento de interés para asustar a las gentes y aunque la idea de Mary Shelley era hablarnos de la muerte y de la insensatez de tratar de ser como dioses, intentando hacer un hombre perfecto, los guionistas pensaron que meter miedo al respetable siempre sería más comercial que hacerle reflexionar. Y así nació la primera versión cinematográfica sobre su novela titulada simplemente "Frankenstein", producida por la Edison Kinetogram y estrenada en 1911. Su metraje no era superior a los 15 minutos y estaba dirigida por un tal Searle Dawley e interpretada por Augustus Philips (Victor) y Charles Ogle como la criatura.
Después, en 1915, ya se hizo el primer largometraje bajo la dirección de Joseph Smiley, titulado "Life Without Soul", aunque el padre de la criatura no se llamaba Frankenstein sino Frawley, en un intento de dotarlo de un nombre más americano. Posteriormente, los italianos hacen en 1920 "Il mostro de Frankenstein" de Eugenio Testa, película de la que no tenemos apenas referencias y tuvimos que esperar hasta 1931, fecha en que la Universal retoma el mito del Dr. Frankenstein.
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