Nacido en Nueva Jersey en 1948, su afición al cine de terror le llevó a trabajar con Roger Corman como montador, logrando un gran éxito con su primer film dirigido por él mismo titulado "Piraña" (1978), con el cual consiguió sorprender a todos a pesar de contar con un presupuesto bajísimo y tener como competidora a la archifamosa "Tiburón".
Después se apuntó otro éxito multitudinario con "Gremmlis" (1984) y "El chip prodigioso" (1987), ambas para la factoría de Steven Spielberg, teniendo unos ligeros deslices con "Exploradores" (1985) y "Gremlins II". No obstante, ninguna de estos dos últimas películas se pueden considerar fracasos, ni siquiera de público, y aunque globalmente son obras menores, tienen indudables aciertos que obligan a tenerlas en consideración.
SIGUEN LOS LICÁNTROPOS
Otra película digna de estudio fue "En compañía de lobos" (1984), obra de Neil Jordan, a medio camino entre el hombre?lobo y el cuento de caperucita roja, que logró tres premios en el festival de Sitges del 84.
Después vimos una película basada en un relato de Stephen King titulada "Miedo azul", en la cual ya vuelven a aparecer las balas de plata como la única alternativa para matar a la bestia. Los efectos especiales estaban a cargo de Carlo Rombaldi, un maestro que había intervenido antes en "Alien" y "King Kong".
También resultó una película interesante "Lobos humanos" (1980), tremendamente sangrienta, la cual es un alegato ecológico para que se respete a todas las razas y animales.
Y como no podía faltar, el pobre hombre-lobo contó con la nota humorística en "De pelo en pecho" con Michael J. Fox de protagonista, con un éxito de taquilla enorme lo que obligó a una deplorable secuela, así como a una replicante femenina titulada "Mi madre es una mujer lobo", editada en vídeo y exhibida en televisión.
Tensa e imaginativa historieta del hombre-lobo metido en una aventura urbana moderna, con Nicholson como un amable editor de libros, mordido por una loba justo cuando está inmerso en una crisis personal y profesional. En plena eclosión de los mitos del terror, Mike Nichols, que había logrado éxitos tan importantes como "El graduado" (1967), "Postales desde el filo" (1990) y "A propósito de Henry" (1991), nos sorprende dirigiendo a Jack Nicholson haciendo el papel de hombre-lobo. Enamorado perdidamente (lógico) de Michael Pfeiffer, a quien más que morder chupa dulcemente, Jack Nicholson (Will) sufrió un exquisito maquillaje obra de Rick Baker (quien ya había realizado la misma labor en "Un hombre lobo americano en Londres") y dotado de una agilidad que obligó a doblarle en numerosas ocasiones, nos entusiasmó con su papel tan agresivo y despiadado, en el que ¡increíblemente!, realizó menos muecas que en el resto de sus películas.
Para quien no lo recuerde, le diremos que ambos, Nicholson y Pfeiffer, habían trabajado ya juntos en "Las brujas de Eastwick" (1984) y al menos para ella el tiempo parece haberse detenido desde entonces.
Cuando los productores anunciaron que Nicholson sería el próximo hombre-lobo los aficionados temblaron, no de terror sino de pena. La idea de ver al mítico monstruo gesticulando y haciendo muecas con la boca nos parecía sencillamente denigrante y esperábamos una rectificación en esa elección. Pero Jack nos sorprendió a todos gesticulando mucho menos que en el resto de sus películas.
Ya tenía cierta experiencia en el cine de terror cuando trabajó con Roger Corman en esa discreta película titulada "El terror" (que solamente salió al mercado del vídeo cuando Nicholson alcanzó cierta fama), además de su corto pero interesante papel como dentista sádico que martiriza al masoquista Bill Murray en "La pequeña tienda de los horrores". También hizo un pequeño papel secundario en "Yo fui un hombre-lobo adolescente" al lado de Michael Landon (el de "La casa de la pradera"), y alcanzó su mayor prestigio cuando trabajó como hombre enloquecido en la película de Stanley Kubrick "El resplandor".
El guión de "Lobo" se aparta esencialmente de otras versiones más lúgubres, quizá porque uno de los guionistas, Jim Harrison, había tenido una experiencia tenebrosa mientras permanecía en un refugio de alta montaña. Allí parece ser que fue mordido por un perro y horas después notó que le crecía vello en la cara, el torso y los brazos, aunque afortunadamente fue desapareciendo con la misma rapidez que se curaba la mordedura.
Lo que Jim pretendía no era mostrar una historia básica de terror, sino al monstruo que parece ser que todos llevamos dentro y que solamente se puede liberar si la vida nos da esa oportunidad. La conclusión del guionista es que el hombre es agresivo por naturaleza y que las leyes y la cárcel es lo único que nos impide manifestarnos tal cual somos.
Will Randall (Nicholson) es una persona normal, pero que ahora tiene problemas en el trabajo y con su mujer. Una noche tiene un accidente, atropella a un animal, y cuando va a auxiliarle es mordido en un brazo por una especie de perro lobo. Desde ese momento, su vida cambia, cobra nuevas energías y manifiesta una agresividad a veces incontenida contra sus enemigos.
JOHN LANDIS
Este director nacido en Chicago en 1950, debe su fama precisamente a diversos filmes de fantasía y terror, además de ser el autor del video clip más famoso de toda la historia, el "Michael Jackson's Thriller". Incluir el tema de una canción con un fondo argumental terrorífico, en el cual el protagonista se convertía en zombi y hombre lobo, fue un éxito extraordinario en todo el mundo.
La filmografía de John Landis está siempre llena de sorpresas y ha alcanzado triunfos totales, tanto de público como de crítica, con películas como "Granujas a todo ritmo" (1980), con una banda sonora de extraordinaria calidad en la que intervinieron Aretha Franklyn y James Brown, "Entre pillos anda el juego" (1983) y "Espías como nosotros" (1985), en donde fue capaz hasta de hacer de Steve Martin un buen actor. No obstante, también ha tenido ciertos deslices imperdonables como "Tres amigos" (1986) y "El Príncipe de Zamunda" (1988).
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Otra película digna de estudio fue "En compañía de lobos" (1984), obra de Neil Jordan, a medio camino entre el hombre?lobo y el cuento de caperucita roja, que logró tres premios en el festival de Sitges del 84.
Después vimos una película basada en un relato de Stephen King titulada "Miedo azul", en la cual ya vuelven a aparecer las balas de plata como la única alternativa para matar a la bestia. Los efectos especiales estaban a cargo de Carlo Rombaldi, un maestro que había intervenido antes en "Alien" y "King Kong".